Levántante con tiempo necesario para no tener que ir con prisa en las tareas básicas, como son el aseo personal y el desayuno saludable. Ventila tu casa 5 minutos, no es necesario más, pero es imprescindible hacerlo para permitir la entrada de luz natural y aire freso. Haz la cama y deja el dormitorio y las áreas comunes bien recogidos. Revisa tu agenda para asegurarte de que tienes el día controlado y... ¡disfruta del día!
Aunque estemos cansados y nos dé pereza, debemos dedicar unos minutos a nuestra rutina de noche. Esto hará que podamos acostarnos tranquilos y que al día siguiente todo sea muchísimo más fácil.
Deja la cocina recogida y organiza lo necesario para las actividades matutinas, asegúrate de que la zona de estar quede ordenada (cojines, mantas, dispositivos electrónicos, etc.), organiza la ropa del dormitorio (lo que esté sucio a lavar, lo que pueda reutilizarse, a guardar, y prepárate la ropa que te pondrás al día siguiente). Dedica unos minutos a revisar el día para hacer balance y a planificar el día siguiente. ¡Buenas noches!
Esta rutina te ayudará a mantener un ambiente ordenado y armonioso en toda la casa y te facilitará enormemente la vida.